Este vehículo personifica la evolución de los híbridos, ya que, al recargarse a través de una toma de corriente y disponer de una batería mayor, nos permite obtener un aumento muy notable de autonomía en modo 100% eléctrico. Por ejemplo, en el caso de un Peugeot 508 HYBRID dispondremos de hasta 54 km de autonomía en eléctrico y en los 3008 HYBRID e HYBRID4 tendremos hasta 56 y 59 km respectivamente.

Es decir, nos permite realizar los trayectos cotidianos en modo eléctrico. Además, tanto los híbridos enchufables, como los 100% eléctricos también permiten recargar la batería en la frenada y desaceleración.

Otra ventaja reside en que los híbridos enchufables cuentan, como los 100% eléctricos, con la etiqueta 0 de la DGT, ya que pueden circular más de 40 km en modo 100% eléctrico. Este distintivo nos permite acceder a zonas restrictivas de ciudades, aparcar de forma gratuita en zonas de regulación, obtener ayudas a la compra, reducciones de tarifas en algunas autopistas, etc.

La diferencia de precios
Un posible cliente podría objetarnos que un híbrido enchufable es caro. A priori, es más caro que uno autorrecargable, pero esto se debe a que dispone de una tecnología mucho más avanzada. Además, la batería de nuestros híbridos enchufables nos permite realizar en modo 100% eléctrico la mayoría de los trayectos diarios. Y esto se traduce en un ahorro notable en cuanto a coste energético, debido a que la electricidad es mucho más barata que el carburante. Para argumentar los vehículos PHEV es fundamental calcular el coste de uso (TCO).